lunes, 15 de enero de 2024

REUTILIZA EL ACEITE DE LAS CONSERVAS PARA HACER JABÓN


 ¡Por fin me he atrevido! Lo reconozco, alguna vez he echado el aceite de alguna lata de atún por el fregadero y me he sentido fatal.

 Se muy bien que el aceite que echamos por el fregadero puede contaminar miles de litros de agua. Desde que tomé conciencia de este hecho guardo todo el aceite en botes y los reutilizo para hacer jabones, pero me daba la impresión de que si guardaba el aceite de las conservas, que casi siempre es de pescado, haría jabones con olor a pescado, y no me seducía nada la idea.

El caso es que también hay conservas vegetales en aceite, como la de tomates y algunas más. Observo que el aceite no está tan degradado por el uso como el aceite que voy guardando de fritos y demás. También me doy cuenta de las valiosísimas cualidades que pueden guardar estos aceites.

En fin, me dispuse a ir rellenando un bote con este valiosísimo aceite y así descubrir si en verdad saldría un jabón de una calidad aceptable que no oliese a pescado o si por el contrario iba a salir un jabón con el cual pareciese que te lavases con una sardina.

Por supuesto lo maceré con una hierba aromática que enmascarase el olor. Usé orégano, pero hay un amplio abanico de posibilidades que no solo perfuman el aceite si no que además le aportan excelentes propiedades.

Hay que tener en cuenta el tipo de aceite que lleve la latilla o bote. Me explico. Guardaremos en un mismo bote los aceites de oliva y girasol ya que tienen el mismo índice de saponificación, a saber 0'134. Si usásemos latillas que contengan por ejemplo aceite de soja, lo guardaríamos en otro bote, porque el índice de saponificación es diferente al de el de oliva y girasol, ósea 0'137. A la hora de sacar los cálculos se han de pesar por separado para calcular la fórmula.

En este blog tengo un tutorial para aprender a calcular las cantidades a fin de calcular bien las fórmulas de nuestros jabones.

Una vez que he conseguido una cantidad razonable y ha macerado el orégano durante un tiempo, lo he colado y pesado. Siempre me gusta agregar una aproximación de un 25% de aceite de coco a mis fórmulas porque me encanta lo limpiador que resulta y la espuma que hace. 

En esta ocasión he hecho dos versiones, una vez conseguida la traza he añadido a la mitad cáscara en polvo de naranja ecológica y aceite esencial de naranja sanguina y a la otra mitad cáscara de limón ecológico en polvo y aceite esencial de lima. No he sobreengrasado la fórmula por que en un principio la hice para limpieza doméstica.

Cada uno puede echarle imaginación en cuanto a que le va a echar a sus jabones si es que le agrega algo más.

A continuación dejo una fórmula que puede servir de ejemplo:

200 gramos de aceite de oliva/girasol de conservas.

50 gramos de aceite de coco.

36'5 gramos de hidróxido de sodio. 

70 gramos de agua o infusión de te verde fría.

OPCIONALES

Cáscara de naranja, lima, limón, acerola, etc ecológicos (Si no son ecológicos pueden tener pesticidas y fungicidas peligrosos para la salud)

Unas gotas de aceites esenciales al gusto y teniendo en cuenta sus propiedades.


Una vez desmoldados me di cuenta de los jabones tan estupendos que había conseguido. No olían para nada a pescado y por el contrario han conservado esa sutil fragancia a naranja o limón.


Los hice para limpieza doméstica y no me importa nada usarlos para  cuerpo y manos.

A partir de ahora en casa no se tira ni a la basura ni por el desagüe
 ningún aceite de conservas, ¡menudo tesoro!