sábado, 24 de junio de 2017

CORTINAS BOHEMIAS HECHAS CON FOULARES


Ya desde hace tiempo tenía muchas ganas de hacerme unas cortinas o visillos con foulares y por fin ha llegado el momento. Aprovecho para enseñaros como ha ido el proceso y como han quedado.
 Creo que es una solución ideal tanto si quieres dar un toque de alegría e informalidad a una estancia como si lo que buscas es hacer unos visillos con poco dinero y de urgencia. Sea por el motivo que sea podemos conseguir resultados verdaderamente bohemios y encantadores.

La estancia que voy a decorar con estas cortinas es mi dormitorio. No obstante también he hecho unos pequeños visillos de foulares en mi habitación de costura y en el aseo usando tan uno y dos foulares.
 La cantidad de foulares o pañuelos que vayamos a utilizar depende, claro está, de las medidas de los foulares o pañuelos y de las cortinas que queremos conseguir. Cuando consigamos el modelo ideal solo hay que echar cuentas para saber cuantos necesitaremos comprar. También podemos reutilizar los que tengamos por casa y ya no usemos, eso si, teniendo en cuenta que sean mas o menos del mismo tejido.


Compré por Internet unos foulares de tres colores que me enamoraron desde el primer momento. Mi disgusto vino cuando las medidas que anunciaban no eran las reales, con lo cual mis cortinas no han quedado con el frunce que preveía.

Una vez replanteado el lugar en que va cada foular los coso a máquina. Se puede coser con zig zag o con puntada lisa, eso va en gustos y depende también del tipo de tejido y lo que se encoja al coserlo.

En este caso yo he reutilizado los lazos de las cortinas anteriores, pero lo normal es comprar unas cintas o hacer las tirar para anudar a la barra con los restos que nos queden de los foulares que cortemos.

Los primeros los he cosido enteros y como no me daban la largura deseada he cortado lo que me faltaba de los otros tres foulares. Al replantear como los voy a coser intento contrapear los colores. Hay que tener en cuenta que los que vamos a cortar hay que sobrehilarlos bien para que no se nos deshilache por ahí la cortina.




Una vez cosida solo hay que planchar y colgar. 



El resultado que obtengamos puede ser encantador. 

Personalmente me encantan y creo que el resultado es bastante aceptable.



Como es mi costumbre, he hecho un vídeo tutorial para que podáis
 visualizar mis explicaciones.







                                 

sábado, 10 de junio de 2017

REFUNDIDO DE JABÓN

En alguna ocasión me han preguntado si se puede hacer un jabón base para posteriormente derretir y echar los colorantes y aceites esenciales. En mi opinión no es práctico y el resultado sería menos estético que si hacemos un buen jabón bien y con todo lo que necesita desde un principio. Ahora bien, puede darse el caso de que hayamos hecho un lote de jabones al que se nos olvidó echar los aceites esenciales o hayamos comprado un aceite esencial que nos gustaría añadir. También puede que hayamos hecho muchos jabones de un tipo y nos hayamos aburrido de usar siempre el mismo. O quizá hemos hecho un lote de jabones y hemos tenido que recortarlos bastante para que queden bonitos, con lo cual nos han sobrado muchos trozos de jabón que desde luego pueden ser aprovechables. Por estos motivos puede ser muy práctico refundir nuestros jabones para poder reinventarlos.

La técnica es muy sencilla, consiste en coger los jabones viejos a usar y trocearlos mucho. Hay quien los ralla con un rallador o los tritura en su robot de cocina. Dependiendo de como lo hagamos quedará un resultado u otro. A mi personalmente me gusta cortarlo en trocitos y que no se terminen de derretir pues así obtengo resultados muy interesantes. 



No mezclo refundidos de los restos que acabo de cortar con los trozos de jabones mas antiguos. O refundo los trozos sobrantes o los jabones antiguos. El motivo es que los jabones antiguos ya están mas duros pues han soltado bastante humedad y ademas ya están curados mientras que los trozos recién hechos están todavía blanditos y no han curado. Si bien es verdad que calentando durante un rato se produciría una saponificación en caliente y necesitarían menos curado.

Una vez troceados los jabones echamos los trozos en una jarra de cristal que aguante el calor y lo ponemos al baño maría. Dependiendo de lo duros que estén echamos agua. Una cucharada si no están tan duros y dos si lo están mas. También depende de la cantidad de jabón que vayamos a refundir. A mi personalmente me gusta añadir de una cucharadita a dos de glicerina dependiendo de la cantidad de jabón. Echando glicerina a veces he conseguido que algunos jabones queden con zonas translúcidas que me encantan.

Removemos de vez en cuando. El tiempo variará en cada caso dependiendo de lo que tarde en fundir el jabón. Cuando tenga la consistencia que buscamos echamos los aceites esenciales (sin abusar) y el colorante que hayamos preparado. Removemos bien para que se integre la mezcla y ya está listo para enmondar.

Yo personalmente cuando enmoldo me gusta meter los moldes al congelador un rato para que luego se haga fácil el desmoldado. De otra manera, ya que los hemos hidratado en el proceso, suelen quedarse pegados en el molde.



Una vez desmoldados, si han quedado bien ni los toco, espero un tiempo para que pierdan la humedad sobrante que pudieran tener hasta que se puedan usar. Si no me convence el resultado, los corto con la cortadora de jabón y es fascinante ver el diseño que esconden.





Espero que a partir de ahora os atreváis a usar esta técnica para aprovechar bien esos jabones aburridos o restos de recortes. Como siempre he hecho un vídeo para que podáis ver el proceso.